Mi pueblo: La Jana

Por Jordi Gargallo Barreda

Soy Jordi Gargallo y estudio 3º de ESO en el IES Nº 1 del Complejo Educativo de Cheste. Entré en este centro en 1º de la ESO. Sinceramente, al principio no tenía muchas ganas de venir, pero una vez conocí a la gente que me rodeaba, me empezó a gustar y decidí que intentaría llegar hasta 4º en este centro.

Mi pueblo es La Jana, un pueblo pequeño de tan solo 700 habitantes situado al norte de la provincia de Castellón.

Desde siempre, en mi pueblo han destacado las oliveras; tanto, que hay un museo dedicado a ellas, todo un Museo Natural de Olivos Milenarios. Se calcula que en mi pueblo hay 966 olivos milenarios, lo que lo convierte en el término municipal con mayor concentración de olivos milenarios de todo el mundo. El museo se encuentra en una finca (¡en plena Vía Augusta romana!) donde pueden admirarse 21 de esas oliveras; algunas de ellas tienen incluso más de 1000 años, llegando a alcanzar algún tronco más de 7 metros de perímetro.

En cuanto a las fiestas, una de las más populares se celebra en agosto, cuando honramos al patrón del pueblo, Sant Bertomeu. El año pasado, el programa de fiestas fue de lo más completo, con actividades para todas las edades: senderismo, gincana, vacas, cenas, orquestas, danzas, discoteca móvil, concurso de dibujo...

Por lo que se refiere a edificios destacados, no es que haya muchos, pero para mí el más importante sería la iglesia de Sant Bertomeu, sobre todo su campanario. Como su construcción se realizó en tres fases sobre el mismo solar que ocupaba un templo anterior, conviven en el mismo edificio tres estilos: gótico, renacentista y barroco.

Por otra parte, frente a la iglesia, podemos admirar La Pedralta (como se la conoce popularmente), un miliario romano (columna o piedra que indicaba la distancia de mil pasos) del siglo IV que se encontraba situado en la Vía Augusta, a poca distancia de la población, y que se trasladó a la Plaza Mayor para conservarlo en mejores condiciones.

Os invito a visitar mi pueblo: podéis venir a disfrutar de nuestras fiestas patronales en agosto o podéis venir en cualquier otro momento del año para admirar nuestras oliveras milenarias y, de paso, degustar el aceite de gran calidad que se extrae de sus olivas (un aceite muy apreciado ¡que se exporta incluso a China!).