miércoles, 29 de enero de 2020

Nos lo jugábamos todo y no éramos del todo conscientes

Cuarta Jornada del Campeonato de España de Selecciones Autonómicas 16
Madrid vs Comunidad Valenciana
(partido disputado en Las Terrazas, Alcobendas, el sábado 18 de enero de 2020)
Nos lo jugábamos todo y no éramos del todo conscientes
Por Asier Pérez Cervilla, del Colegio Olmo y jugador de la Selección Valenciana de Rugby
Era nuestra última oportunidad. Delante, el eterno rival, Madrid, dispuesto a llevarse el título, cómo no, un año más. Era –y lo sigue siendo– el eterno rival; sin embargo, al menos para mí, nunca lo había sido tanto como esta vez. Y el porqué, pues simplemente nos jugábamos poder llegar a ser campeones de España de selecciones autonómicas frente a ellos. Se palpaba tensión en el ambiente. Si ganábamos, quedábamos empatados a puntos, por lo que nuestros destinos se decidían en base a puntos a favor y en contra. En cambio, si perdíamos, descendíamos directamente al tercer puesto, por detrás de Andalucía, la cual este año también ha ofrecido un muy buen nivel.
El partido, de entrada, complicado. Ya el hecho de jugar contra Madrid, siempre deja ese gusanillo que te hace estar pensando en ello los días previos; pero si encima te encuentras en la tesitura de jugar en su casa, frente a su grada, su afición, su campo y tras un viaje de cinco horas, las probabilidades de hacerle sentir al rival intimidado descienden drásticamente. Sabíamos que iba a ser difícil, que todo estaba contra las cuerdas, que o nos dejábamos todo o su calidad se transformaba en victoria indudable, y con esta mentalidad y –ya metidos en el partido–viajamos hacia sus territorios. Eran fuertes; lo sabíamos. Jugaban muy bien en equipo; no nos cabía la más mínima duda. Defendían y presionaban impolutos; éramos totalmente conscientes. Lo que no creíamos o sabíamos es que nuestras cualidades eran iguales… o superiores. De que en frente teníamos a un rival duro, pero que ellos también lo iban a tener, y, por ello, no fuimos totalmente efectivos desde un primer momento. A partir del preciso instante en el que el árbitro pitó, se acabaron las tonterías; tocaba jugar por el título, por la ilusión de toda una generación. La verdad es que no fue el mejor comienzo. Tras recibir el saque, no tardaron mucho en recuperar la pelota, cosa por la cual nos hicieron defender sobre nuestra zona de peligro durante los siguientes minutos. Un error causado por nuestra presión y consistencia en defensa hizo parar esa fase y recuperar el balón. Todo fluía más o menos bien; un partido interesante, igualado, entre dos rivales con un nivel muy parecido… hasta que llegó el momento en el que dieron el golpe en la mesa. Un error defensivo sumado a un aprovechamiento muy bueno por parte de su jugador, hizo que recibiésemos los primeros 7 puntos en contra. Esto no nos hizo decaer, yéndonos al descanso con un resultado de 10 a 0 en contra, ya que al ensayo le sumaron 3 puntos de una patada a palos, pero con unas sensaciones muy buenas, contrarias al resultado, ya que estábamos dominando y siendo superiores sobre ellos. Y con ellas, empezamos los segundos 35 minutos. Sin ninguna duda, de los mejores minutos valencianos del campeonato me atrevería a decir. Hubo mucho juego por nuestra parte, y como se podría decir, nos los estábamos comiendo. A pesar de esto, nos faltaba efectividad, la cual a ellos no. Por eso, tras un juego desarrollado por nuestra parte, supieron transformar una rápida e inesperada recuperación de balón en una carrera de patada a seguir por parte de uno de sus alas, poniendo en el marcador 7 puntos más, un total de 17 a 0. A pesar de esto, en ningún momento bajamos los brazos. Estábamos en su casa, jugándonos el campeonato, y estábamos dando un nivel bastante superior al suyo, así que seguimos creciendo.



Se acercaba el final, y después de acercarnos poco a poco a su zona de ensayo, tras un maul muy bien ejecutado, consigo el único ensayo del partido para Valencia, con una ayuda excepcional de mis compañeros. Esto nos da ánimos, nos llena más aún de motivación y energía, y nos hace crecernos aún más. Rompíamos la línea de defensa una y otra vez, consiguiendo ganar muchos metros cada vez que esto pasaba; pero por cosas, yo las denominaría ciertas decisiones del árbitro, correctas o no, se nos hizo imposible sumar más puntos al marcador. Llegó el pitido final, y, cabizbajos y con sabor agridulce, nos tocó reconocerle la victoria al gran rival que tuvimos delante.
La verdad, es el primer año que yo notaba que Valencia podía llegar a ganar. Que nos encontrábamos un pasito por encima de su nivel; pero no pudo ser. Un año más, Madrid se alzaba con el título, tras un CESA igualado, apretado, pero sobre el que, sin ninguna duda, habían dominado. Tocó darles la enhorabuena, una vez más, pero esta vez no como las anteriores. Esta vez, con otro tono. Esta enhorabuena, llevaba camuflado un "id preparándoos, y dadnos un año o dos, que este título se vendrá para Valencia". Y de verdad lo pienso, y pienso hacer lo posible para que eso llegue a pasar; quiero ver a esta generación ser campeones de España. Así que sólo me queda agradecer a todos estos compañeros (como Salomó, Roberto, Porta o Forés), que han estado compartiendo campo conmigo, las experiencias y momentos que hemos vivido y pasados juntos, pero que aún nos queda mucho por pasar.
Somos buenos, estamos en el camino, pero toca seguir currando y mejorar. No me cabe duda, al 04 y 05 valenciano, se nos verá con el título. Así que… temblad el resto.































No hay comentarios:

Publicar un comentario