viernes, 15 de diciembre de 2017

Entrevista a Alejandro Ruiz, jugador de voleibol... ¡y mago!

Por Brian Galvis Mejía


Alejandro se incorporó como alumno interno al Centro de Residencias del Complejo Educativo de Cheste el curso pasado (2016-17). Estudiaba 3º de ESO y formaba parte del programa específico de entrenamiento dirigido a los deportistas de voleibol. Por su carácter (abierto y amable), se integró rápidamente en la vida dentro de este complejo. Pero había una faceta suya que llamó la atención de quienes le conocimos entonces: su habilidad para hacer trucos con la baraja. Se puede afirmar que la magia es una de sus grandes pasiones; la otra, claro está, es el voleibol.

¿Por qué y cuándo empezaste a jugar a voleibol?
Empecé a jugar a voleibol a los seis años porque varios amigos practicaban este deporte en el colegio y me gustó.
 

 
Álex en un entrenamiento

 ¿Te has planteado dejar el voleibol alguna vez? Si es así, ¿por qué?
Sí, en una ocasión.  En aquel momento era bastante pequeño, creo recordar que tenía diez años. Pienso que fue un problema de desmotivación. No disfrutaba jugando partidos y, a mitad de temporada, decidí seguir entrenando, pero no competir. Tras las vacaciones decidí volver a la competición. Desde entonces ya no me he vuelto a plantear abandonar el voleibol. 
 


¿Te gusta la posición en la que juegas?
Sí, ya que creo que es la que se adapta mejor a mis condiciones físicas. De todas formas, a lo largo de estos años, he jugado en varias posiciones y pienso que es importante saber jugar en todas, aunque, lógicamente, siempre hay alguna posición en la cual te sientes más cómodo y aportas más a tu equipo.

¿Qué piensas que aporta el voleibol a tu vida?
Creo que practicar cualquier deporte es importante en la vida. Además, el practicar un deporte de equipo te aporta muchos valores como persona.  Yo creo que el voleibol me ha ayudado a aprender que todo esfuerzo (sobre todo desde que estoy en Cheste) tiene su recompensa; también me ha ayudado a superar momentos difíciles. Por otra parte, al menos en mi caso, cuando entreno me sirve para desconectar de la rutina.



Además del voleibol, los que te conocen saben que te apasiona la magia. ¿Cuándo y cómo surgió esta afición?
 Bueno, está afición surgió a los cinco años. Empezó gracias a un programa de televisión que hacía Jorge Blas, que se llamaba “Nada x aquí”. A partir de ese momento empecé a investigar sobre el tema y me empezó a atrapar este mundo tan maravilloso que es la magia.
 

Me imagino que tu conocerás a grandes magos que han pasado a la historia, pero a todos nos suena un nombre: el Gran Houdini, famoso por su habilidad para escaparse. ¿Podrías recordarnos algún número de escapismo de Houdini que a ti te parezca especialmente sorprendente?
 Harry Houdini hizo grandes hazañas. Quizás las más conocidas fueron lanzarse encadenado a un lago o escaparse de un bidón de leche. Sin embargo, me quedaría con dos números suyos que han pasado a la historia de la magia: la cámara de tortura China y la metamorfosis. La metamorfosis fue uno de los primeros números que creó y lo hacía junto a su mujer. Houdini entraba encadenado a un baúl. Su mujer, tras cerrar el baúl con cadenas, se ponía de pie encima y levantaba una cortina. En un abrir y cerrar de ojos, intercambiaban posiciones, es decir, encima del baúl aparecía Houdini y dentro del baúl cerrado su mujer encadenada. Respecto a la cámara de tortura china, se trata de un efecto en el que Houdini, tras ser encadenado, se introducía boca abajo en un tanque lleno de agua. Inexplicablemente, conseguía escapar.

A propósito, alguna vez te he oído comentar que te gustaría mucho poder protagonizar uno de esos números de escapismo. ¿Qué te gustaría hacer concretamente?
Me alegra que me preguntes por esto porque son ideas que poca gente las sabe.  Una de las ideas que tengo es un escape de una camisa de fuerza bajo el agua. Y otra de las ideas a la que más vueltas le he dado es un escape mezclado con un truco de cartas. El efecto consistiría en pedir a un espectador que coja una carta de una baraja, la firme y, tras mezclarla con el resto de cartas, la introduzca en una saca de Correos. A continuación, se me esposaría y metería dentro de la misma saca la cual se cerraría con un candado. El objetivo final es conseguir escaparse de las esposas y salir de la saca con la carta que ha seleccionado el espectador en las manos.

Dicen que Houdini murió ahogado precisamente al no poder realizar uno de sus famosos escapes. ¿Qué sabes de ello?
Se trata de uno de los mitos más grandes de la historia de la magia, ya que es completamente falso. Realmente, Harry Houdini, aunque parezca mentira, murió a causa de una apendicitis provocada por un puñetazo que le dieron en su camerino mientras recibía la visita de dos universitarios. El mito de que se ahogó se creó gracias a una película de Hollywood llamada El Gran Houdini. Al final de la película, Houdini muere realizando el escape de la cámara de tortura china.

Houdini en uno de sus espectáculos

Ahora bien, sí que ha habido algún caso de ilusionista que haya muerto en pleno espectáculo porque falló el truco. ¿Recuerdas alguno?
En la magia ha muerto mucha gente mientras realizaban números arriesgados. No obstante, hay un número que se ha cobrado más vidas que los demás. Este número se conoce como la bala atrapada y, hasta el momento, ha causado la muerte de 15 magos. Precisamente, realizando este número murió uno de los magos más influyentes del siglo XX: el mago Chung Ling Soo. Su muerte es una de las más enigmáticas, ya que pudo ser un asesinato o un simple accidente. La historia es la siguiente: Chung Ling Soo realizaba todas las noches este número y su mujer era quien cargaba el arma para el truco. Él era infiel a su mujer y un día antes de su muerte encontró una nota en el camerino que ponía “¿Hasta cuándo vas a seguir engañando a tu mujer?” (recuerda que ella es la que carga el arma toda las noches); justo la noche de después, murió haciendo ese truco.

Otro mago famoso, pero que está vivo y todavía en activo (creo que tiene un espectáculo en Las Vegas) es David Copperfield. Sin embargo, la suya es un tipo de magia completamente diferente a la de Houdini: sus montajes son siempre espectaculares, a lo grande. ¿Podrías explicarnos alguno de esos espectáculos que han hecho famoso a David Copperfield?
Copperfield es uno de los magos más importantes actualmente. Uno de los números que recuerdo que más me impactó, en su momento, fue cuando hizo desaparecer la Estatua de la Libertad. El número lo realizó en directo delante de público real mientras que más de un millón de persona seguían la desaparición a través de la televisión. Otras hazañas que ha hecho han sido: desaparición de aviones, teletransportar a doce personas del público de un lado a otro del escenario o ser capaz de levitar delante del público que llenaba un teatro.

Con todo, la magia que a ti te he visto hacer siempre es magia de cerca: tú estás delante de mí (muy cerca) con una cartas y haces algo que parece imposible. ¿Tienes que ensayar mucho tiempo para que te salga bien uno de esos números de cartas? ¿Cuál te ha costado más?
Bueno, esto es como todo: hay juegos que te cuestan más aprender y otros que menos. Yo suelo comparar aprender un truco a tocar un instrumento, ya que hay juegos que se tocan como una maraca y hay juegos que se tocan como un violín. Quizás uno de los juegos que más me ha costado aprender, pero que más cariño le tengo, es un juego en el cual la baraja está en el estuche y un espectador dice un número y otro una carta. Al abrir el estuche se cuentan tantas cartas como el número que ha dicho el primer espectador. Al darle la vuelta a la carta, ésta coincide con la del segundo espectador.


Alejandro con el mago Nuel Galán




Por último, he visto que ya utilizas hasta el teléfono móvil para realizar uno de esos trucos de magia con cartas. Explícanos cómo se pueden incorporar las nuevas tecnologías a la magia.
El uso de las nuevas tecnologías a la magia es relativamente nuevo. Inicialmente, surge por la idea de hacer magia con objetos que todo el mundo lleva habitualmente. No hay duda que en los últimos años los móviles se han convertido en un objeto fundamental en nuestras vidas cotidianas. De hecho, no nos separamos de nuestros móviles.  A partir de ahí, han surgido muchas ideas novedosas sobre este tema. Una de las que he creado yo es un truco en el cual se dibuja en el teléfono móvil una caja de cartas. Un espectador selecciona una carta, la cual, mágicamente, sale del estuche que he dibujado.
¡Increíble!

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