"Un paso más"
Por Sara Martínez, del Colegio Jabalí
Soy Sara Martínez, y he sido seleccionada para la primera concentración nacional junior preparatoria para el equipo ESP-2024 (JJ.OO París). Esta actividad tuvo lugar en el Pas de la Casa (Andorra) entre el 9 y 17 de octubre.
Estaba en el tiempo de descanso cuando mi padre me llamó y me dijo que me habían seleccionado para este evento, no podía creérmelo. Ahora mismo, estoy en mi segundo año de infantil, así que debería de ir a las concentraciones infantiles y no juniors, pero a mí y a dos amigas mías más, nos dijeron que tenemos suficiente nivel para ir con los nadadores y nadadoras de una categoría más.
Y así fue, cogí un tren de
Valencia hasta Barcelona, luego un autobús hasta el CAR de Sant Cugat y por
último otro autobús hasta el Pas de la Casa. A las 22.30 del viernes 9 de
octubre llegamos, cenamos y seguidamente a dormir, nos esperaba una semana
dura. La semana consistía en aprender, mejorar y disfrutar de la experiencia y
así lo hice. También estuvimos allí para entrenar fuerte, de hecho, entrenamos
5 sesiones seguidas (todo el sábado, todo el domingo y el lunes por la mañana),
luego el lunes por la tarde tuvimos libre y la dedicamos a jugar a un Escape
room después 4 sesiones (todo el martes y miércoles) ya que el jueves por la
mañana fuimos a dar una vuelta por aquel pueblo nevado. Por último, otras 5
sesiones más, viernes completo, sábado también y domingo por la mañana. La rutina
fue más o menos la misma durante toda mi estancia allí; los dos primeros días
nos despertamos a las 8.00 y el resto a las 7.00. Seguidamente, caminábamos
hasta la piscina para entrenar en agua más o menos 2 horas y media, luego
después del nado, físico, que podía ser circuito de fuerza o de core, o
bien,gimnasio. Por supuesto, antes de meternos al agua, siempre calentábamos
muy bien e íbamos todos juntos, chicas y chicos, aunque algunas veces mientras
nosotras estábamos en estudio, ellos iban al gimnasio o viceversa. Después de
la mañana, nos marchábamos de vuelta al hotel donde, por cierto, nos trataron
como a reyes, y comíamos. Al terminar, subíamos a las habitaciones a descansar,
(a mí me tocó con tres niñas más y estuvimos un poquito apretadas, pero nos lo
pasamos genial). Y por la tarde otra vez, estudio, gimnasio o agua, aunque
también hubieron tres días en los que tuvimos actividad con la psicóloga
Andrea, donde aprendíamos mucho y hablábamos de cualquier problema que
pudiésemos tener. Por último, cenábamos y nos daban una charla todas las noches
de cómo había ido el día entre otras cosas y además, al final de la jornada,
los entrenadores decían algunos nadadores y nadadoras que habían visto aplicar
una serie de valores (que ya previamente habíamos sido elegidos como los más
importantes) como por ejemplo la constancia, el sacrificio, el compañerismo, el
respeto y la actitud. A esas personas les hacían una foto para el recuerdo y en
mí, el seleccionador vio el valor del sacrificio, y eso me hizo muchísima
ilusión.
También hicimos otras actividades como un concurso de Tik Tok o
hacer un baile de planchas, en fin una experiencia única. En general, los
entrenamientos estuvieron bien, aunque fueron bastante duros y algunos muy
costosos, pero pienso que los saqué adelante, y con éxito. Llegó el domingo, la
hora de irnos, y me llenaron de alegría las palabras que Santi Veiga (el
seleccionador nacional) me dedicó: “Enhorabuena Sara, muy buen trabajo, estoy
muy orgulloso y espero que tú también”. Un montón de sensaciones y sentimientos
buenos me recorrieron por el cuerpo en esos momentos, pero lo más importante,
es que di mi 100% que pude en cada entrenamiento y además me llevé muchísimos
amigos y recuerdos inolvidables. Un pasito más.
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