miércoles, 12 de junio de 2019

Quinta temporada de Black Mirror, ¿precipitada?

Para los que no lo sepan, Black Mirror es una serie creada por el guionista y productor Charlie Brooker en 2011 que trata sobre cómo las nuevas tecnologías afectan a nuestra sociedad. Cada capítulo es independiente y cuenta una historia, normalmente distópica, basada en un futuro próximo en el que las aplicaciones informáticas o los medios de comunicación llevan a los seres humanos a extremos irracionales. Una de las cualidades de la serie es que se ha ido desarrollando en pequeñas dosis. La primera temporada, de tan solo tres capítulos, arrancó en 2011 desquiciando a los espectadores con el descorazonador capítulo “El himno nacional”, desagradable hasta decir basta. Tuvo continuidad en una nueva sesión de tres capítulos en 2013, con un especial de Navidad en 2014 y ya se dio por finiquitada esta joya que supuso una sorpresa por su originalidad y por sus trepidantes planteamientos. Netflix tuvo el detalle de reflotarla en 2016 con dos nuevas temporadas de seis capítulos y supuso una nueva inyección de adrenalina para todos los seguidores de este fenómeno. Pero, ahora, casi por sorpresa, han dejado caer una quinta temporada de tan solo tres episodios que deja una sensación agridulce. Como siempre parte de buenos planteamientos, pero los desarrollos y, sobre todo, los finales son algo insulsos y nos dejan caer cargas de profundidad mucho menos potentes en el cerebro. 

Miley Cyrus protagoniza el tercer capítulo de la temporada

Quizás, la razón por la que esta entrega de 2019 resulte más pobre se deba a que los creadores de Black Mirror vienen de intentar romper el mercado con el capítulo especial Bandersnatch, una ambiciosa película que tienes que seguir de un modo interactivo, como si se tratara de un juego de rol o de un libro de “Elige tu propia aventura”. En la historia que sirve de antesala a esta quinta temporada, tú tomas el control del protagonista, un creador bastante inestable obsesionado con elaborar el videojuego definitivo durante el boom que los ordenadores personales vivieron en los años 80. Tus decisiones llevan al personaje a las situaciones más disparatadas: crímenes, consumo de estupefacientes, luchas de artes marciales encarnizadas y también, por qué no, éxitos laborales. El control del personaje es muy limitado, tan solo tienes que tomar decisiones puntuales durante unas breves pausas que apenas duran unos segundos, pero la originalidad de la ficción es tremenda, y realmente tienes la sensación de protagonizar un producto audiovisual revolucionario. Viniendo de una historia tan violenta, cruda y desconcertante, los tres capítulos que Netflix ha estrenado este mes de junio te dejan frío. Es cierto que la historia del capítulo Striking Vipers plantea la homosexualidad y el adulterio virtual desde una perspectiva realmente singular, pero los otros dos capítulos no pasan de “entretenidos” y eso que el tercero, titulado Rachel, Jack y Ashley Too, cuenta con una omnipresente Miley Cyrus contando la que parece su propia historia personal. 

Una de las decisiones en Bandersnatch
 
  En definitiva, el seguidor fiel de Black Mirror se queda con la sensación de que podrían haber esperado un poco más y regalar al espectador historias más potentes. Eso sí, si no has visto ninguno de los capítulos, es una gran oportunidad para descubrir algunas de las historias más enrevesadas y fascinantes que se han creado para la televisión. Como son historias independientes y no importa el orden de visualización, es muy recomendable comenzar por la tercera temporada. Sus primeros cuatro capítulos son sencillamente brutales. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario