Por Martina Català, del Colegio Jabalí
El deporte no solo es la práctica de una actividad física, sino que es un pasatiempo que nos ayuda a manteneros sanos mental y físicamente; nos obliga a entablar una relación con el mundo y las personas que nos rodean.
Todos sabemos que el sedentarismo y la falta de actividad física son problemas cada vez más graves entre la población, los músculos requieren de movilidad constante para mantenerse fuertes y al no llevar una rutina deportiva adecuada existe el riesgo de desarrollar enfermedades como atrofia cerebral, accidentes cerebrovasculares, demencia, Alzheimer, cáncer o insuficiencia cardiaca congestiva, entre muchas otras.
¿Por qué es bueno para nuestro cuerpo hacer ejercicio físico?
El ejercicio físico mejora la forma física y la resistencia, regula la presión arterial, mejora la flexibilidad, fortalece músculos, tendones, ligamentos y articulaciones, ayuda a perder peso, fortalece el corazón, reduce el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, evita la osteoporosis, fortalece el sistema inmunológico, mejora la digestión y por supuesto aumenta la esperanza de vida.
Los beneficios del deporte no son solo físicos, sino que también afectan a la salud mental ya que previenen la aparición de trastornos mentales como la depresión y la presencia de sentimientos como el estrés. Además, ayuda a mejorar la autoestima y las relaciones sociales cuando se compite, ya se en deportes de equipo o individuales.
¿Por qué es bueno para la mente hacer ejercicio físico?
La actividad física favorece el sueño, hace disminuir la agresividad y la ira, mejora la concentración y la memoria, aumenta el estado de alerta; ayuda a la productividad de nuestro organismo, mejora el estado de humor y hasta es útil para controlar y combatir las adicciones.
No obstante,no hay que caer en la obsesión enfermiza, dedicarle todo nuestro tiempo al deporte puede llegar a ser perjudicial: puede llegar a producir vigorexia, (un trastorno asociado a la adicción al ejercicio físico y a su práctica de forma compulsiva), runnorexia (running en exceso, y cualquier cosa llevada al extremo puede tener consecuencias negativas), rabdomiólisis (es una condición que se caracteriza por la alteración de las células musculares), lesiones (cuando entrenamos en exceso y no descansamos lo suficiente), envejecimiento (el esfuerzo excesivo acelera el desgaste de las articulaciones), descenso del sistema inmune (cuando el cuerpo no descansa lo que debe, no se recupera como debe y provoca ciertos problemas para el organismo. El sistema inmunológico se manifiesta con más resfriados, fiebre, dolores de cabeza...).
Como siempre, lo más recomendable es disfrutar del deporte de una forma equilibrada, usándolo como una herramienta para vivir mejor y para aprovechar todos sus beneficios. Con autoexigencia, pero de una forma sana.
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