TIEMPOS DIFÍCILES DE PANDEMIA

 “Quien encuentra el sentido puede soportar cualquier cosa”

ViktorFrankl: El hombre en busca de sentido

   Estos tiempos difíciles que vivimos como sociedad son tiempos propensos para enfrascarse en pensamientos profundos. Siempre ha sido así: si las cosas van bien, disfrutamos, vivimos, pensamos menos… Si las cosas nos van mal, nos preguntamos qué podemos hacer para mejorar, por qué nos pasa a nosotros esto, qué hemos hecho para merecerlo… Hay mucha más introspección (diálogo interior) ante las situaciones adversas. 

   En absoluto esta idea pretende animar a los corazones en tiempos de pandemia, sino mostrar cuán productivos podemos ser los seres humanos, animales sintientes y pensantes, cuando no tenemos todo lo que creemos merecer o cuando el vacío existencial nos encoge el alma. Las canciones del verano, alegres y marchosas, duran lo que dura el verano. Las canciones melancólicas, cargadas de desamores, desengaños y tiempos difíciles duran toda una vida.

   Es por ello que, en estos tiempos difíciles que vivimos, muchos se pregunten por las situaciones aburridas, estresantes, cambiantes, extrañas e incluso traumáticas que les ha tocado vivir.

   Lejos de comparar la situación que vivió Viktor Frankl (tres años en un campo de concentración nazi) con la nuestra, su perspectiva ante la vida en momentos difíciles puede servirnos: buscar un sentido a la vida, es suficiente para alcanzar una vida buena. Resulta conmovedor, en este sentido, cuando Frankl está viendo un atardecer con unos compañeros en el campo de concentración y viven un momento de consolación con el sentido de la belleza que sienten en ese momento (El hombre en busca de sentido, Viktor Frankl).

   Algo así diría un siglo antes Nietzsche en el Ocaso de los ídolos: “Para quien tiene un porqué, nada es insoportable”. Incluso el existencialismo, corriente filosófica de principios del siglo XX, abogaba por el compromiso social entre los hombres para dotar a la vida de sentido.

   ¿Dónde encontramos el sentido? Siguiendo los pensamientos de Viktor Frankl, “cuestionar el sentido de la vida es la expresión más verdadera de lo que es ser humanos”. Esta búsqueda es, sin embargo, personal e intransferible; única e irrenunciable en algún momento de nuestra vida (más propensos a buscarla en tiempos difíciles, como decíamos al principio del texto). 

Campo de concentración de Auschwitz, donde estuvo preso Viktor Frankl

   Los seres humanos estamos condenados a abocarnos, en algún momento, ante el interrogante por el sentido de lo que hacemos. Y siempre podemos hacer de nuestra carencia, virtud: somos tan creativos y tan inconformistas que aunque las cosas nos vayan mal, las podemos convertir en arte para quizá, inspirar a los demás.

 En estos tiempos difíciles de pandemia, muchos habrán claudicado y con toda su razón, a buscar otro sentido. Sin embargo, otros muchos se han hecho indestructiblemente fuertes. La fortaleza humana después de vivir momentos difíciles, puede considerarse el mayor compromiso social para dotar a una vida cualquiera del mayor sentido humano de existencia porque es signo de indestructibilidad. Y lo que no se puede destruir, tiene todo el sentido del mundo…

 

Sonia García Cervera 

Residencia Venado